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Bayahíbe en el centro de una histórica disputa territorial entre La Romana y La Altagracia

  • Writer: Serie 26 La Romana
    Serie 26 La Romana
  • Oct 13
  • 3 min read
Bayahíbe en el centro de una histórica disputa territorial entre La Romana y La Altagracia

La Romana.- La historia parece repetirse. Una propuesta de ley presentada recientemente por el diputado romanense Wandy Batista ha reactivado un viejo conflicto entre La Romana y La Altagracia, dos provincias del Este que hoy se disputan la jurisdicción de Bayahíbe, un distrito municipal convertido en potencia turística tras dejar atrás su pasado como humilde comunidad pesquera.


Un conflicto que comenzó hace 80 años


Para entender el debate actual, hay que regresar a 1945, cuando el dictador Rafael Leónidas Trujillo promulgó la Ley 692, creando la provincia de La Romana a partir del territorio de El Seibo.


En aquel entonces, La Romana era la provincia más grande del país, con más de 3,600 km², incluyendo la zona donde hoy se ubica La Altagracia y Bayahíbe.


Pero en 1961, la Ley 5597 cambió todo: La Altagracia fue elevada a provincia, con 3,010 km², mientras que La Romana quedó reducida a solo 652 km², perdiendo el 87 % de su territorio original, lo que la convirtió en una de las provincias más pequeñas del país.


¿Un “error geográfico”? La propuesta de Wandy Batista


Más de seis décadas después, el diputado Wandy Batista sostiene que aquella división territorial fue un “error geográfico” y ha propuesto que Bayahíbe —con sus 212 km²— regrese a La Romana.


No es la primera vez que lo intenta. En una propuesta anterior, en 2021, el entonces senador altagraciano Virgilio Cedano reaccionó con una campaña pública proclamando a Bayahíbe como territorio de La Altagracia, incluso instalando una gigantesca valla que luego fue vandalizada.


Ahora, los diputados de La Altagracia, Jorge Leonardo Tavárez y Carmen de la Rosa, han marcado una oposición frontal, acusando a Batista de querer “dividir al Este”.


Los argumentos de La Romana


Batista apoya su iniciativa en argumentos históricos, sociales y logísticos:


  • Bayahíbe fue fundada en 1874 por Juan Brito, un puertorriqueño vinculado a La Romana.

  • Sus 5,600 habitantes mantienen una relación laboral y comercial directa con La Romana.

  • La distancia entre Bayahíbe y La Romana es de solo 24 kilómetros, mientras que hacia Higüey es de 40 kilómetros.

  • La iglesia local depende de la Diócesis de La Romana.

  • El sector hotelero y turístico opera bajo la marca Bayahíbe-La Romana.

  • Jóvenes estudian en La Romana y muchos empresarios bayahibenses son romanenses.


Además del distrito central, el proyecto pide anexar los parajes Padre Nuestro, El Valle, La Orquesta, El Valle Francés y Dominicus, hogar de una de las playas mejor conservadas del Caribe, libre de sargazo.


La reacción altagraciana: “Persona no grata”


La respuesta no se hizo esperar. El Consejo de Regidores de Higüey declaró a Batista “persona no grata”, mientras que el senador Rafael Barón Duluc (Cholitín) calificó la propuesta como “absurda e innecesaria”.


“El pueblo de Bayahíbe es parte de La Altagracia, su identidad es altagraciana y no necesita otro código provincial”, dijo el senador, asegurando que “no hay argumento técnico ni social que justifique el cambio”.


Lo que hay en juego: turismo, impuestos y poder


Bayahíbe ya no es un pueblo olvidado. Hoy es:


  • Entrada oficial al Parque Nacional Cotubanamá y al embarque de más de 6,000 turistas diarios hacia Isla Saona.

  • Zona con más de 5,800 habitaciones hoteleras.

  • Generador de miles de empleos turísticos.

  • Receptor de más de 37 millones de pesos en presupuesto de la Liga Municipal Dominicana en 2025.

  • Con ingresos municipales que superaron los 12 millones de pesos en arbitrios en 2024.


Su estabilidad en servicios —agua, energía, limpieza, seguridad turística— contrasta con otras zonas del Este. El único punto pendiente: la construcción de un hospital de segundo nivel.


¿Identidad o economía? La batalla sigue


Para muchos en La Romana, Bayahíbe siempre ha sido parte de su identidad regional y económica. Para los líderes de La Altagracia, cederlo sería renunciar a una parte estratégica de su poder turístico.


Mientras tanto, el pueblo vive su propia transformación: crece el turismo inmobiliario, se proyecta una expansión urbanística y los actores políticos del Este afilan discursos para una batalla territorial que, más que geográfica, es económica, simbólica y de poder.


📌 ¿Debe Bayahíbe volver a La Romana? El debate está abierto… y esta vez, el Este entero está mirando.

 
 
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