¿Parto con respeto? Diputado Wandy Batista impulsa ley que podría cambiar cómo nacen los bebés en RD
- Serie 26 La Romana
- Nov 28
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La Romana.- Toda mujer que ha pasado por un embarazo sabe lo intenso que es ese proceso: emoción, miedo, dudas y una esperanza gigante esperando el gran día.
Pero en República Dominicana, ese momento que debería ser íntimo y respetado muchas veces termina lleno de intervenciones innecesarias, malos tratos o decisiones tomadas sin explicarle nada a la madre.
Por eso, en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados se está conociendo el Proyecto de Ley de Parto Humanizado, propuesto por el diputado romanense Wandy Batista Gómez, con la intención de asegurar que cada mujer reciba un trato digno antes, durante y después del parto.
El proyecto reconoce derechos que deberían ser básicos: poder decidir dónde parir, ser escuchada, tener un acompañante, recibir un trato respetuoso, tener contacto inmediato con su bebé y empezar la lactancia sin interrupciones.
También deja claro qué es violencia obstétrica: cesáreas sin justificación, ignorar la opinión de la madre, impedir el contacto piel con piel, o tomar decisiones sin consentimiento. Incluso establece sanciones para los profesionales que incurran en estas prácticas.
Y esto no es teoría. Las cifras lo confirman. La OMS dice que la tasa ideal de cesáreas debe ser entre 10% y 15%. En RD, según la ONE, llegamos a un 58.1% en 2015, poniendo al país entre los más intervenidos del mundo.
Ese número incluso superaba a Brasil en ese momento, y en 2023 ese país alcanzó 59.7%. ¿Y nosotros? No hay datos nuevos oficiales, pero todo apunta a que seguimos igual o peor. El detalle es que una cesárea innecesaria no solo es más costosa: también representa más riesgo para la madre, según el propio Ministerio de Salud Pública.
Cambiar esta realidad no es culpar a nadie, sino mejorar el sistema. El proyecto invita a mirar el parto desde un modelo más humano, donde las decisiones se tomen con la mujer, no por encima de ella.
También toca un punto importante: respetar la autonomía de las madres, incluso cuando desean una cesárea electiva, pero siempre bajo principios éticos y entendiendo los riesgos reales de una cirugía mayor.
Para que esto funcione, no basta con aprobar la ley. Se necesita un cambio de cultura: actualizar protocolos, capacitar personal, habilitar espacios adecuados como las salas TPR (trabajo de parto, parto y recuperación), fortalecer el consentimiento informado y crear rutas claras de denuncia.
La academia también tendría que incluir formación sobre parto respetado para médicos, enfermeras y otros profesionales que pueden acompañar partos de bajo riesgo.
Aun así, en el país ya hay avances. La UASD, el MSP y el SNS, con apoyo de organismos internacionales, impulsan un programa de especialización en salud materno-neonatal.
También existe una guía técnica para atención con enfoque de género publicada en 2021.
En América Latina otros países están dando pasos importantes, como México, que reconoció oficialmente la partería tradicional dentro del sistema de salud, o Colombia, que declaró la partería como patrimonio cultural y ordenó integrarla al sistema sanitario.
Al final, la conversación es simple: cada mujer merece un parto respetado. Este proyecto podría ser el comienzo para que en República Dominicana —y especialmente en comunidades como La Romana— nacer deje de ser una experiencia traumática para convertirse en el acto de amor, cuidado y dignidad que realmente es.
Fuente: Hacia un parto humanizado por Taina Agramonte Hidalgo



