Un antes y un después: la historia olvidada del antiguo almacén de don Miguel A. Saviñón

La Romana.- En el corazón de La Romana, justo al final de la avenida Santa Rosa, detrás de la bomba de gasolina del Dr. Gonzalvo, se levanta una de las primeras edificaciones de piedra construidas en el municipio.

Un edificio que en sus días de gloria fue símbolo de progreso, pero que hoy sobrevive en estado de deterioro, testigo silente del paso del tiempo.

Durante décadas, este inmueble fue sede del almacén de don Miguel A. Saviñón, tronco de una de las familias más tradicionales y respetadas de nuestro pueblo. Su estructura sólida y su ubicación estratégica lo convirtieron en un punto de referencia para el comercio local, un espacio donde se movía gran parte de la dinámica económica de la época.

Del esplendor al abandono

Con el paso de los años, lo que alguna vez fue un emblema de desarrollo se transformó en un reflejo de abandono. Hoy, la edificación está ocupada por humildes familias que han hecho de este lugar su hogar, adaptando sus vidas entre las paredes que guardan historias de otro tiempo.

El contraste entre lo que fue y lo que es revela el reto que enfrenta La Romana en la preservación de su patrimonio arquitectónico. No se trata únicamente de piedras y paredes, sino de la memoria viva de generaciones que construyeron los cimientos de la ciudad.

¡Un llamado a salvarlo!

La esperanza de muchos romanenses es que esta joya histórica no caiga, como tantas otras, víctima del pico y la mandarria. Proteger esta edificación no es solo un acto de conservación arquitectónica, sino también un compromiso con la identidad cultural de nuestro pueblo.

¡Salvemos esta reliquia antes de que el olvido y la indiferencia acaben con ella!

Fuente: La Romana Calle Arriba Calle Abajo